domingo, 22 de enero de 2012

No te vayas

Quédate una noche más, un minuto más, un suspiro más, un latido más.
Quédate hasta que se muera la luz, hasta que se extinga la aurora, quédate hasta que dejen de brotar lágrimas del manantial de mis ojos, quédate hasta que mi vientre se aplaque con el roce de tu mano áspera, quédate hasta que el dulce tono de tu voz nuble al de los putos ruiseñores.


Quédate, mi amor, no vuelvas a irte como en cada despertar.

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